Myzus persicae Sulzer
Descripción
El pulgón verde (Myzus persicae) se encuentra ampliamente distribuido y es muy polífago, sobre todo en especies del género Prunus. Puede tener como huésped primario el almendro, pero los meses de más calor se desplaza a otras plantas huéspedes (ciclo dioico).
El adulto áptero (sin alas) es de color verde, más claro u oscuro dependiendo del hospedante y presenta sifones bastante largos y dilatados, del mismo color del cuerpo con los extremos más oscuros. Los alados tienen la cabeza y el tórax negros y el abdomen verde-amarillento.
Myzus persicae pasa el invierno en estado de huevos, que son elípticos, lisos, de color verde oscuro y evolucionan a negro brillante. Están localizados mayoritariamente cerca de las yemas florales. Durante el mes de febrero estos huevos eclosionan naciendo las hembras fundatrices ápteras, que se reproducirán durante diversas generaciones de manera vivípara (individuos vivos) y por partenogénesis (de manera asexuada) dando solamente hembras. El hecho de que los pulgones sean vivíparos y de reproducción partenogenética durante las generaciones primaverales, ayuda al crecimiento exponencial de las poblaciones.
En los primeros calores de verano, coincidiendo con una gran población de pulgones y con la disminución de la capacidad alimenticia de la savia, aparece una generación de individuos alados que migran de manera masiva hacia diferentes cultivos hortícolas (sobre todo crucíferas) y plantas adventicias. Los pulgones se reproducirán en el huésped secundario hasta que finalmente aparece una generación sexúpara que dará machos y hembras que se reproducirán sexualmente.
Estas hembras aladas volverán escalonadamente al almendro donde depositarán los huevos de invierno.
Síntomas y daños
Los pulgones se suelen situar en el envés de la hoja, donde succionan la savia provocando un típico enrollamiento de las hojas que le dan protección. La secreción de melaza como consecuencia de la succión de savia rica en azúcares, facilita el desarrollo de negrilla que recubre la superficie impidiendo la normal transpiración del árbol. En caso de fuertes ataques se pueden llegar a secar brotes y necrosar las hojas provocando grandes defoliaciones.
Periodo crítico para el cultivo
El periodo crítico se da durante la brotación, en el que se tiene que vigilar la presencia de las primeras colonias.