VERTICILOSIS DEL PISTACHO

VERTICILOSIS DEL PISTACHO

Verticillium dahliae Kleb

Descripción

La verticilosis es una enfermedad producida por el hongo Verticillium dahliae, que pertenece a la clase Deuteromicetos (hongos imperfectos), un grupo de hongos que no tienen un estado sexual conocido.

Este hongo, transmitido por el suelo, produce micosis vasculares en numerosas especies vegetales herbáceas pertenecientes a las familias solanáceas, cucurbitáceas, rosáceas, malváceas, compuestas, y leñosas como el olivo, pistacho, aguacate y el género Prunus sp. Ampliamente distribuido en zonas templadas de todo el mundo, especialmente en zonas de regadío.

Enfermedad monocíclica que se reproduce por medio de conidias. Posee un micelio blanquecino sobre el que se desarrollan conidióforos ramificados verticilarmente. Las conidias son hialinas, elipsoides a subcilíndricas, generalmente unicelulares. Su fuente de inóculo y resistencia son los microesclerocios que producen y que permanecen en el suelo donde pueden persistir más de diez años. La mayoría están en la capa arable aunque pueden hallarse a más de un metro de profundidad. Son dispersados por aperos, el viento, agua de riego y material vegetal. Los exudados radiculares estimulan la germinación de los microesclerocios.

Las infecciones se producen a principios de primavera cuando las hifas del hongo penetran directamente a través de las raíces sanas o más eficientemente por las heridas de las mismas producidas por nematodos o prácticas culturales; una vez que alcanza el xilema, el hongo crece y produce conidias que colonizan la planta a través de la savia. Como resultado se produce la obturación de los vasos de la planta y aparición de síntomas como la defoliación y marchitez de los tejidos. Sólo cuando está en una fase muy avanzada de la enfermedad se produce un crecimiento del hongo fuera de los tejidos vasculares. En las hojas caídas se forman microesclerocios que acaban quedando libres en el suelo e inician nuevos ciclos de la enfermedad.

Síntomas y daños

El síntoma característico es la marchitez repentina de las hojas, afectando a alguna rama, permaneciendo otras ramas sanas dentro del árbol. La desecación de las ramas comienza por su extremo hasta llegar a la base.

Estos síntomas aparecen de forma rápida, quedando las hojas adheridas a la rama, o de forma lenta, produciendo defoliación. La zona vascular de las ramas afectadas aparece con simples puntuaciones o anillos necróticos en sus vasos. Las ramas afectadas presentan crecimiento raquítico y baja productividad.

Si el árbol es vigoroso, puede ser capaz de restringir al hongo a determinadas zonas del sistema vascular y producir nuevo tejido vascular para el transporte de agua.

En árboles jóvenes el daño es más grave, pudiendo producir la muerte de la planta afectada. Las plantaciones se van haciendo más tolerantes con la edad, tendiendo a recuperarse.